Implantes dentales: ¿son para toda la vida?

Cuando el paciente conserva una buena higiene oral, evita el consumo de tabaco y acude a las revisiones periódicas indicadas por el cirujano, el porcentaje de éxito de los implantes y de las prótesis dentales puede llegar a ser muy elevado.

La integración en el hueso de un implante dental es un hecho predecible, pero no garantizable, ya que por tratarse de un organismo vivo, la reacción del hueso ante la implantación de un material bioactivo, no es igual para todos los organismos, al igual que tampoco lo es la calidad del hueso, factores esenciales para la aceptación del implante. Por tanto, el tratamiento con implantes osteointegrables, como cualquier otra modalidad terapéutica en Medicina, no tiene garantía de por vida.

No obstante, el porcentaje de éxito de los mismos ronda entre el 90% al 96%, siendo mayor para el maxilar inferior debido a la diferente calidad ósea con respecto al maxilar superior.

La principal causa de la no integración de un implante a partir del primer año de su puesta en carga se suele deber a una higiene deficiente que ocasiona la contaminación del implante a través de la encía, seguida de infección y pérdida de soporte óseo alrededor y a lo largo del implante. Por lo tanto es fundamental que el paciente acuda a los controles dentales y limpiezas indicadas por el profesional para aumentar el éxito del tratamiento.

Si es Ud. fumador de más de 10 cigarrillos diarios, o ingiere alcohol de una forma regular, está aumentando sustancialmente el riesgo de perder los implantes que le sean insertados, por lo que recomendamos encarecidamente la eliminación o disminución de estos hábitos, perniciosos para la salud en general, y para los implantes en particular.

Por lo tanto en pacientes   que incumplan las instrucciones proporcionadas, no acudan a las revisiones programadas, o sean incapaces de mantener una higiene adecuada no podremos responsabilizarnos del éxito del tratamiento.